jueves, 22 de abril de 2010

EL FUTURO DE LA INDUSTRIA
Para ver el futuro, indiscutiblemente debemos observar el pasado y el futuro de la industria no es la excepción.

Todo comienza en el siglo XVIII con la invención de la máquina a vapor, la implementación de ferrocarriles, la electrificación y el acero para dar comienzo a la Revolución Industrial. Esta revolución se caracterizó por la implementación de máquinas y obreros que permitían producir gran cantidad de bienes en poco tiempo (producción en masa).

Este modelo utilizado en la revolución industrial, es un modelo totalmente lineal. Comienza en la naturaleza con la extracción de materia prima y combustibles, pasa a la industria donde se da el proceso de transformación, poco eficiente para la época, luego sale al mercado donde el cliente hace uso de él y termina en los basureros.
La competitividad y el mercadeo llegan a complementar la revolución industrial, con estos nuevos participantes se crean estrategias que logran acortar la vida útil de los productos, lo que hace que la línea de producción se acelere y se produzcan cada vez más y más residuos que quedan olvidados en los basureros.

Con el tiempo este sistema de producción se hace insostenible y los efectos de él en la naturaleza se empiezan a evidenciar en problemas como el cambio climático. Los clientes empiezan a notar la importancia de una producción más limpia y la necesidad de cerrar el ciclo, por lo que empiezan a valorar el valor agregado en aquellos productos que de una u otra forma causan menos impacto en el medio ambiente. Resultado de estas presiones por parte del mercado y por parte de los gobiernos (reducciones de impuestos y multas por contaminación), las empresas se ven obligadas a cerrar los ciclos y a ser más responsables con el medio ambiente.

Hoy en día algunas empresas pioneras empiezan a sumarse a la causa, pero no son todas, muchos intereses económicos no permiten, por ejemplo, el reemplazo de energía fósil por energías alternativas renovables. Sin embargo debemos llegar a un punto en el que la presión del mercado sea más grande que la presión que unos pocos con poder logran ejercer y avanzar hacia nuevas tecnologías más amigables con el medio ambiente, pero no sólo necesitamos un cambio tecnológico, sino también un cambio cultural.

El mercadeo desde la revolución industrial hasta el día de hoy se ha encargado de arraigar la cultura del consumismo y de crear necesidades que anteriormente no existían, lo cual ha generado un gran impacto en el medio ambiente. Es hora de que estos medios asuman sus responsabilidades y ayuden a crear una cultura acorde con el medio ambiente y con el futuro de la industria.

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